Todo comenzó un verano por casualidad. Este deporte nos llamó la atención y decidimos probar haber que tal nos iba.
Mi número era el 19, y el de mi compañera el 5. Ella era alero, y yo ala- pivot ( aunque hoy por hoy juego de pivot).
Nuestro club era un club pequeñito de un pueblo de extremadura, aunque os podemos asegurar que las ganas no faltaban, todas queriamos jugar y mejorar cada día.
Por circunstancias ajenas a nosotras, no podemos competir en liga esta temporada, nuestro club decidió que no habia suficiente gente para hacer un equipo juvenil y se nos vino el mundo encima...
Yo resignada a no abandonar este deporte, decidí jugar en otro equipo, el que hoy por hoy es mi familia.
Este año estoy jugando liga, estoy muy agradecida a todas mis compañeras, y cada día me doy cuenta de que tomé la decisión correcta.
Mi amiga y yo hoy por hoy cuando podemos vamos a entrenar con nuestro antiguo equipo, vamos a verlas jugar... es un poco duro, la primera vez que las vi jugar sin nosotras lloré como un cria pequeña.
Porque para nosotras esto es muy GRANDE.
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